Con una de las poblaciones más envejecidas de toda España, un enorme problema de despoblación, más jubilados que jóvenes y un número superior de defunciones que de nacimientos, el relevo generacional en muchos municipios y comarcas de Aragón no está ni mucho menos asegurado. Pero, mientras la natalidad sigue disminuyendo entre la población española, son los extranjeros que residen en la Comunidad quienes están equilibrando un poco la pirámide poblacional aragonesa.

Aunque solo representan el 12'8% de la población, uno de cada cuatro niños que nacieron en Aragón en 2012 fueron hijos de inmigrantes. De los 12.610 nacimientos que se produjeron el año pasado, en un 23,24% de los casos -2.931- los padres eran extranjeros, una cifra que revela la mayor tasa de natalidad entre este colectivo, según el informe de Movimiento Natural de la Población del Instituto Aragonés de Estadística (Iaest) y el INE.

De hecho, la proporción de inmigrantes es más alta en las generaciones más jóvenes -la segunda generación no adquiere la nacionalidad española de forma automática hasta los 18 años- y entre los niños de cero a cuatro años, por ejemplo, representan hasta un 17% de la población.

El alto índice de natalidad entre la población extranjera y el hecho de que la gran mayoría de los que llegaron durante la pasada década fueran jóvenes ha permitido bajar en casi dos años la edad media de los aragoneses, que en 2012 se situó en 43 años. Sin embargo, nada tienen que ver la edad media de la población española residente en Aragón -45 años- con la de los inmigrantes, que se queda en solo 31.

Muchos jóvenes, pocos mayores

Mientras la población aragonesa va envejeciendo y ya hay más mayores de 65 años (un 20%) que menores de 20 (18%), la pirámide de los ciudadanos inmigrantes se ensancha en la base y prácticamente desaparece en la parte superior, la que corresponde a las personas de mayor edad. Un dato más que significativo es que en Aragón hay más extranjeros menores de cuatro años (11.670) que mayores de 55 años (10.200). Además, solo hay 2.696 de más de 65, frente a los 270.600 aragoneses que superan esta edad.

Esta enorme diferencia, como no podía ser de otra forma, también se refleja en la tasa de mortalidad, en la que los extranjeros apenas tienen representación. Tan solo una de cada 100 personas que fallecen en la Comunidad había nacido fuera de España, lo que significa que únicamente 154 muertes de las 13.553 que se produjeron en total el año pasado afectaron a un inmigrante.

Un 15% de los matrimonios

Además de en la natalidad, los extranjeros también tienen una importante relevancia en el número de matrimonios que se llevaron a cabo en Aragón. Hasta un 15% de las personas que se casaron en 2012 eran inmigrantes, y el porcentaje es todavía mayor en el caso de los matrimonios entre ciudadanos del mismo sexo, en el que representan un total del 27,66%, con hasta 13 de los 47 que se realizaron el año pasado.